Reseña Histórica

Una entidad con historia

     El Centro de Empleados de Comercio nació el 17 de mayo de 1903 bajo el nombre de Unión Dependientes de Comercio, con la finalidad de conseguir el descanso dominical y la reducción de la jornada laboral de los dependientes de comercio.

     Hoy es una eficiente entidad a nivel regional, y una de las pioneras en el país, que se encuentra en constante expansión y nuclea a más de 3000 afiliados y 8500 beneficiarios.

     Desde sus inicios, el CECO supo interpretar el anhelo de desarrollo expresado por la ciudad y cada uno de los vecinos. Pensamiento que guiaba a la institución en su tarea silenciosa y cotidiana de brindar servicios todos los empleados del sector.

     Con esta premisa como bandera, no ha parado de crecer, y supo preservarse en los momentos más difíciles de la realidad económica y social que afectaron a la Argentina a lo largo del Siglo XX y a comienzos del Siglo XXI.

     En los últimos años ha redoblado su apuesta, convencido de que donde hay una necesidad existe un derecho, y que una sociedad se realiza cuando todos los ciudadanos tienen a su alcance las mismas oportunidades.

     Esta evolución es evidente en la impronta del CECO, en más y mejores prestaciones de servicios para todos los empleados, y en la representación gremial llevada adelante con coraje y responsabilidad, en defensa de los intereses  de los empleados de comercio de Olavarría.

     La llegada del Siglo XXI ha cambiado las demandas sociales, pero los desafíos son similares a otros tiempos. Por eso, la actual conducción del gremio ha sabido rescatar el espíritu de aquellos soñadores que hace 113 años pusieron en marcha la entidad, y colocaron la piedra fundamental para garantizar una mejor calidad de vida de los trabajadores mercantiles y sus familias.

     En tanto, todo el esfuerzo actual lo concentra en una misma dirección: capacitar nuevos recursos humanos, promover el empleo y ser uno de los ejes centrales orientados a sustentar el desarrollo de Olavarría y sus localidades, aportando iniciativas sociales que promuevan el crecimiento de la comunidad.

     Los derechos adquiridos no pueden ni deben ser negociados. Ellos nos impone el desafío de rescatar el espíritu de los hombres y mujeres que hace 113 años pusieron en marcha esta entidad. Por eso, esta Institución reafirma su compromiso de seguir trabajando con la convicción y el anhelo de sumar esfuerzos para consolidar el presente y asegurar el futuro.